jueves, 23 de abril de 2009

Galería del ilusionista: Renè Lavand


René Lavand (Buenos Aires 24 de Septiembre de 1928) es un ilusionista argentino de fama mundial especializado en cartomagia . Su nombre completo es Héctor Renato Lavandeira, y vive en Tandil desde su infancia.

Lavand realiza sus ilusiones con la única ayuda de su mano izquierda, ya que perdió la derecha en un accidente cuando sólo tenía nueve años. Lejos de dejarse derrotar por tal circunstancia, Lavand practicó la cartomagia obsesivamente desde su infancia hasta alcanzar un completo dominio de la baraja. Para ello debió seguir un camino autodidacta porque "todos los libros y técnicas son para magos de dos manos".

Sin embargo, la atracción de los espectáculos de Lavand no radica exclusivamente en la asombrosa manera en que ha superado su discapacidad, sino en las historias (escritas en su mayoría por sus amigos Rolando Chirico y Ricardo Martín) con las que viste sus ilusiones, y en su expresivo manejo de la pausa y el silencio como recursos dramáticos.

Tras trabajar como bancario hasta los treinta y dos años, en 1961 -luego de ganar una competencia mágica en la especialidad llamada manipulación- se lanzó como profesional actuando en la televisión y teatros argentinos (Nacional y Tabaris). Desde 1983 viaja y es reconocido en Estados Unidos, Europa y Japón , donde realiza espectáculos privados y conferencias para sus colegas.

Su juego más famoso es la versión que realiza de un clásico de la cartomagia llamado "Agua y aceite"; en él utiliza una de las frases que definen su arte: "no se puede hacer más lento". Fue él quien acuño la palabra "lentidigitación" que, en contraposición a la prestigiditación, define a la ilusión ejecutada lentamente a fin de llevar la imposibilidad a su máxima expresión. Otra de sus frases recurrentes en sus presentaciones en televisión, al enfrentar algún plano medio de cámara es "La cámara implacable no me deja mentir...".

Otros conceptos clave de su arte son "añadirle belleza al asombro", y la búsqueda de "la belleza de lo simple". Lo primero lo consigue a través de los cuentos, poesías y música que utiliza en sus presentaciones. Y lo segundo, llevando sus movimientos, gestos y palabras a lo esencial, logrando así un mayor asombro y disfrute por parte de los espectadores. La ilusión en la que más lo consigue es -según sus propias palabras- "Las tres migas": en ella tres migas de pan aparecen una y otra vez dentro de un pocillo de café, a pesar de haber sido claramente arrojadas fuera de la mesa.

Tiene algunos "discípulos", como prefiere llamarlos, que lo visitan en su casa para aprender su arte de cerca; para ello acondicionó un vagón de tren que utiliza como salón de magia. También ha grabado videos, y publicado varios libros técnicos para sus colegas. Para el público en general escribió sus memorias: "Barajando Recuerdos". En ellas cuenta anécdotas de una vida dedicada a recorrer el mundo llevando su arte único, junto a la transcripción de algunas de las historias que cuenta en sus juegos.

En 2002, Lavand interpretó a un veterano dueño de bar y villano de barrio en el film policial argentino Un oso rojo, dirigido por Adrián Caetano, y fue nominado al premio Cóndor de Plata de la Asociación de Críticos Cinematográficos de Argentina como Mejor Revelación Masculina.


Aparte de lo previamente leído extraído de la todopoderosa Wikipedia, añadir que un servidor tuvo la grandísima suerte de presenciar un espectáculo en directo de este fenómeno que considero uno de los ilusionistas más completos de la historia, y que, además, no tuve que pagar entrada gracias a que el productor del espectáculo (Mago Teto) es amigo de un amigo y nos facilitó invitaciones y no entradas. Le estaré eternamente agradecido por traer a semejante monstruo escénico y por haberme invitado. El único juego que no realizó y que eché de menos es el llamado Historia de un Jugador en el que se ríe de todo el público en sus putas caras.

Lo más importante y diferenciador de su estilo en mi opinión, es la capacidad de convertir las palabras en poesía por el simple hecho de pronunciarlas. Su cadencia y sus pausas dicen más que lo que dice.

Últimamente he descubierto un vídeomontaje nuevo en youtube llamado contrapunto entre ambas manos, que trata de una enciclopedia visual de todos los movimientos, pases y tretas inventadas en toda una vida llena de afán de sorprender al espectador.


Chapeau Señor Lavand!

viernes, 17 de abril de 2009

PeRiCaS

Han archivado provisionalmente la causa penal por la muerte de Suso Pericas. El juzgado de lo social indemniza a la familia con 21.000 euros por encajar en la figura legal de accidente de trabajo "in itinere"

En el proximo post empiezo mi galería del ilusionista lo juro!

miércoles, 8 de abril de 2009

ViL

Esta vez sí.

Ahora lo has dao, cabronazo.

Si soy sincero jamás pensé que me fuese a entusiasmar tanto la música de un amigo...

O viceversa: jamás pensé ser tan afortunado como para conocer a un genio tan grande...

Lo que has hecho quedará ahí para siempre, escrito a fuego, de forma indeleble, per secula seculorum. Has conseguido que no pueda pensar en otra música, que se me olvide todo lo escuchado hasta el momento, al igual que la primera vez que tuve la ocasión de escuchar el Antichrist Superstar, allá por 1998, o aquella ocasión en que descubrí a los Beatles en casa de mi viejo amigo Fernán; puso un cd en el reproductor y comenzó a sonar "I saw her standing there" y se me hizo el culo pesicola (o caca cola). Me dijo que me iba a gustar, y así pasó

hasta ahora.

Gracias a los Beatles (y por ende a Fernán) descubrí a los padres del rock and roll (Bo Diddley, Chuck Berry, Little Richard, Jerry Lee Lewis, ...) y ahí comencé a tirar de la manta,

hasta ahora.

También sufrí algo muy similar hace relativamante poco tiempo con Depeche Mode, esa sensación incómoda de que tienes mucho tiempo que recuperar porque ese pedazo grupo se me había pasado por alto durante mucho tiempo, demasiado tiempo. Y sientes un deja-vu de necesidad: "esto lo tendría que haber escuchado mucho antes, y no lo he hecho". Es una sensación jodida, pero pasa en cuanto lo has escuchado todo sobre el grupo en cuestión y notas el hueco lleno. Hueco que no sabías que existía,

hasta ahora.

Ahora que todo es hueco por rellenar por tu culpa. Hueco que espero que sigas completando con temas nuevos como todos los que incluyes en tu nuevo trabajo.

No puedo escuchar nada más, todo me suena mal, incompleto.

Has subido la apuesta chaval, ahora no te puedes rajar, tienes una mano impresionante, escalera de color.

Dices que no tiene un sonido muy logrado y es algo que me cabrea y me da la sensación de que todavía no sabes muy bien lo que tienes entre manos. Lo que tienes es lo mejor y más atrevido que he oído en años, muchos años, muchos muchos años... Tómatelo en serio. Hazme caso.